Este principio explica las diferencias entre las manifestaciones de la materia, la mente y el Espíritu. La materia y la energía no son más que el resultado de estados vibratorios diferentes. El espíritu es un extremo polar vibratorio más elevado y la materia un extremo polar vibratorio más denso. Entre ambos extremos, nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestros deseos, impulsos, son estados vibratorios de frecuencias intermedias. Nuestros pensamientos, emociones, deseos e impulsos son solamente estados vibratorios. Nuestro cuerpo físico es un conjunto de sistemas que vibran a una misma frecuencia, y la salud es solamente la armonía vibratoria de los sistemas biológicos. En el terreno de nuestra vida personal todo gira en torno a la vibración; si estamos alegres es por una vibración positiva; la tristeza es una vibración negativa. Las vibraciones positivas o negativas se van acumulando en el indivi duo y en cierto momento esta acumulación estalla por un detonante y se producen acontecimientos fastos o nefastos. La longitud de onda habitual de una persona puede experimentar caídas vibratorias por varios motivos: Problemas de salud, Depresiones, Conflictos internos, etc. Cuida tu vibración: recuerda que ésta será positiva si tus pensamien tos, tus emociones y tus actitudes y acciones también lo son.